Por Diego Ancalao, presidente nacional de la IC

 

Hace 3 años pusimos la primera piedra de la construcción del partido político que nació para representar al Chile postergado. Vinimos a firmar una proclamación que decía: “Lucharemos por la justicia social para los postergados de Chile. No aceptamos un sistema basado en la falta de oportunidades, que acumula riquezas en las manos de unos pocos a costa de la exclusión de la mayoría. Llegamos hasta aquí y no vamos a dejar que nadie nos haga retroceder”.

Pero por qué ustedes, preguntaban los escépticos… Otros decían: ¿Valdrá la pena? Nosotros, la Izquierda Ciudadana, sabemos que toda lucha por la justicia vale la pena. Hace 25 años muchos murieron defendiendo esa justicia y estamos dispuesto a seguir ese camino, porque es necesario.

Sabíamos que sería difícil, pero no tiene por qué ser fácil. Los incrédulos son consecuencia de años de promesas incumplidas, pero nosotros no podemos vivir del fracaso del pasado. No nos lamentémonos por lo que no fuimos, sino que estamos trabajando incansablemente en lo que debemos ser.

Hoy estamos celebrando nuestro aniversario, a pesar que algunos no creían que fuera posible. Venimos a decir que a pesar de los malos augurios estamos aquí. Eso nadie lo puede negar. Y sabemos que “no podemos cambiar el pasado, pero el futuro está firmemente en nuestras manos”.

Estos han sido tiempos difíciles para nosotros, y a pesar de las dificultades personales y familiares, estamos aquí todos juntos. A pesar de los grandes fríos de la desesperanza están aquí nuestros hermanos de Punta Arena y Coyhaique. Que a pesar del sol que tiene en sequía la esperanza de muchos chilenos están aquí del desierto más árido del mundo, nuestros hermanos de Arica, Iquique y Copiapó. Y a pesar de la gran distancia que separa a Santiago de la justicia que piden las regiones, están aquí todas las regiones. A pesar de la distancia entre la política y la ciudadanía, estamos  aquí, porque nos une un inseparable sueño.

A pesar de nuestras diferencias raciales, religiosas, sociales o económicas estamos aquí, porque nos une un sueño y ese sueño es hacer un Chile más justo.

Aunque no venimos del mismo puerto, estamos todos aquí en el mismo barco. Todos hemos pasado alguna desgracia, pero tenemos que contener el dolor y convertir ese dolor en motivación.

Una persona que sólo se lamenta del pasado no es valiente. En cambio una persona que quiere, puede cambiar el futuro. Ese es el verdadero espíritu de la IC. Quienes fundaron la primera IC no tenían miedo a morir por un sueño y nosotros tampoco.

Sin embargo, tengo que admitir que el destino no se puede cambiar sin un equipo como ustedes. Estoy realmente agradecido de todos ustedes, por acompañarme en la reconstrucción de este sueño que es posible aquí en la Izquierda Ciudadana.

Juntos hemos demostrado que la armonía se puede lograr entre razas y religiones. Durante este tiempo precioso estábamos dando a luz el recién nacido de la esperanza. Pero su vida es demasiado corta y no voy a tener la oportunidad de verlo.

Mis hermanos y hermanas, he dado todo de mí, pero aún no es suficiente. Hoy más que nunca necesitamos esa mezcla de sabiduría de Pedro Felipe Ramírez, la fuerza de nuestra juventud y la experiencia de quien ha pagado muy caro la consecuencia política, me refiero al diputado Sergio Aguiló. Gracias por todo.

La gente rara vez queda satisfecha con la verdad, si alguno de ustedes queda satisfecho no tendremos remordimientos. Pero tengo una última petición: por favor levanten la bandera conmemorativa que hicimos juntos, levanten la bandera de la igualdad, la bandera de la justicia. Así siempre, en los momentos difíciles, podremos echar una mirada al partido de la esperanza.

La Presidencia del Partido le pertenece al militante de base y a todos ustedes… y no hay más alta bandera que el Partido pueda entregar a uno de los suyos. Por ello agradezco a ese militante de base que tal vez no será Presidente de Chile, pero sin él, este partido no sería la vanguardia de la política a la que aspiramos. Lograremos ese sueño de justicia, porque el país necesita que hagamos lo mucho que falta por hacer. Lograremos ese sueño de igualdad, porque este partido hará lo que no se había hecho nunca antes: luchar por un Chile Plurinacional e inclusivo.

Lo lograremos, porque creemos y queremos a este partido (IC), porque pensamos y apostamos que será un instrumento político útil en la lucha de nuestros pueblos, nuestras comunidades en toda sus diversidades, por la dignidad y el efectivo respeto a los derechos humanos de todos y todas, y contribuirá en la indispensable tarea de construir un país más justo. Lo lograremos y no vamos a dejar que nadie nos haga retroceder.

La Izquierda Ciudadana no es sólo un papel y firmas, no es sólo un cargo, es un sueño real que construimos cada uno. Nosotros somos la IC, las personas lo construimos día a día, por eso les deseo un Feliz Aniversario a todas y todos quienes dan vida a la ICiudadana.

 

 “No podemos cambiar el pasado, pero el futuro está firmemente en nuestras manos”.

Un abrazo fraterno