Invitado a participar en la Escuela de la Revolución Ciudadana realizada cada año para jóvenes provenientes de distintos países de América Latina, Leonardo Silva Mora, arribó el avión la tarde del 06 de Abril desde Santiago con destino a Quito, Ecuador, el país del presidente Correa que está al centro del mundo y a la izquierda de nuestro corazón.
De vuelta en el país, el estudiante de quinto año en Administración Pública de la Usach, trae consigo todas las experiencias acumuladas sobre la Revolución Ciudadana para compartir con los amigos de la Revolución.
Para transmitir qué es la Revolución Ciudadana primero tenemos que entender que este proceso está profundamente ligado al SUMAK KAWSAY, una visión ancestral de la vida y de una relación diferente entre los seres humanos y su entorno social y natural, que se aterriza en el “Buen Vivir”
Como izquierda ciudadana estamos completamente comprometidos en decir NO a quienes se apropian de la política, porque precisamente lo que necesitamos hoy para acercar a niños, jóvenes y adultos es devolverle la política a la Ciudadanía, a todos ellos.
POR UNA REVOLUCIÓN CIUDADANA PARA CHILE
En la Coordinadora Nacional Juvenil destacan la participación y el desempeño de “Leo” en las distintas actividades de carácter internacional y ligadas a la organización, sobre todo hoy donde la Revolución Ciudadana tiene directa relación con la política del partido y que involucra principalmente a los jóvenes en los procesos latinoamericanos donde estos están volviendo a ser los protagonistas.
En ese sentido, para Leonardo, actual secretario orgánico de la CNJ IC, es importante transmitir las experiencias adquiridas durante su viaje. Señala que como jóvenes estamos en un «constante proceso de formación», por ende: de transformación. «Si no nos empoderamos nosotros comunitariamente quién», concluye.
¿Qué nos puedes contar de la Revolución Ciudadana en Ecuador? Háblanos de las experiencias.
La Revolución ciudadana es el proceso que encabeza un tremendo líder, el Mashi –que significa “Compañero” en la lengua Kichwa- Rafael Correa. Este proceso que comenzó el año 2007 tiene como consecuencia que Ecuador ocupe según el «latinobarómetro» 2013, el segundo lugar en niveles de satisfacción con la democracia y aprobación de la gestión del Presidente en América Latina; el primer lugar en la satisfacción ciudadana con la imagen de progreso del país; en la situación económica personal y en la visión más optimista sobre el futuro económico del país, y –como si fuera poco- también ocupa el primer lugar en la percepción ciudadana de justicia en la distribución de la riqueza y en la satisfacción con la calidad de los servicios públicos como la educación y la salud. Estos tres datos entre muchos otros que reflejan los avances de la revolución ciudadana en Ecuador, forman hoy un país más lindo para vivir, donde le hace un guiño a su marca: “Ecuador ama la vida”.
Para transmitir qué es la Revolución Ciudadana primero tenemos que entender que este proceso está profundamente ligado al SUMAK KAWSAY, una visión ancestral de la vida y de una relación diferente entre los seres humanos y su entorno social y natural, que se aterriza en el “Buen Vivir”; son las políticas y planes que van en la misma senda. Permítanme citar aquí a la SENPLADES (Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo) para hablar sobre lo que se entiende por desarrollo en la Revolución Ciudadana, aquí el desarrollo es “la consecución del buen vivir de todos y todas, en paz y armonía con la naturaleza y la prolongación indefinida de las culturas humanas.
El buen vivir presupone que las libertades, oportunidades, capacidades y potencialidades reales de los individuos se amplíen de modo que permitan lograr simultáneamente aquello que la sociedad, los territorios, las diversas identidades colectivas y cada uno -visto como un ser humano universal y particular a la vez- valora como objetivo de vida deseable. Nuestro concepto de desarrollo nos obliga a reconocernos, comprendernos y valorarnos unos a otros a fin de posibilitar la autorrealización y la construcción de un porvenir compartido.”
Ahí está, cada palabra de esa cita expresa un cambio profundo en la forma de hacer las cosas, y pude sentirlo en muchas de las iniciativas del gobierno en las que fui testigo.
¿Qué significado debería tener para los Chilenos la Revolución Ciudadana en Ecuador?
Sin duda que la Revolución Ciudadana debería ser un modelo a seguir para nosotros, teniendo en cuenta nuestra historia y las similitudes con el contexto Ecuatoriano antes de la Revolución Ciudadana el año 2007 como por ejemplo la desconfianza en las instituciones públicas y la poca legitimidad del accionar de “los políticos”. Hay ciertas señales que nos dicen hoy que debemos hacer algo para cambiar Chile, y tenemos que hacer que las personas en nuestro país vuelvan a confiar en la palabra de “los políticos”, y para eso tenemos que cumplir y tenemos que hacerlo dejando atrás la búsqueda del Status quo, la búsqueda de una “estabilidad política” que lo único que mantiene estable es un Modelo que ha causado tanta injusticia, frustración y pena a los más pobres de este país.
Lo otro que me gustaría mencionar es algo que he reflexionado mucho luego de escuchar-en un discurso para los integrantes de la escuela de formación- a Gabriela Rivadeneira actual Presidenta con 31 años de la Asamblea Nacional del Ecuador y que dice relación con lo siguiente: «hoy tenemos que tener un proyecto que esté en constante construcción con la ciudadanía, con una participación real y directa». Frecuentemente discutimos para qué, y discutimos el cómo y discutimos el cuándo… pero hay algo que es aún más fundamental hoy y es: ¿desde dónde?. Desde donde construimos todo lo que hacemos día a día quienes nos involucramos de alguna u otra manera en lo que hoy muchos de nuestros amigos, familiares y sociedad en general despectivamente nombra como “Política”, es ahí donde estamos fallando y tenemos que saber leer lo que nos están pidiendo a gritos.
Acaso no hemos visto cómo se convirtió en tema de conversación en muchos hogares y mesas la pregunta de Roxana Miranda a los candidatos presidenciales sobre el color de las tarjetas en los consultorios, o la reciente intervención del Diputado Iván Fuentes sobre la reforma tributaria, que podemos compartirlas o no, pero no podemos negar que provocan algo distinto en todas y todos los Chilenos, y que es precisamente para nosotros un llamado a que tenemos que empezar a poner énfasis en hacer la política desde la sensibilidad, desde la pasión y sobre todo desde el amor, desde el lenguaje que llega a todos y cada uno de quienes decimos representar y por los cuales estamos en constante lucha.
¿Cómo podemos acercar a los jóvenes al proyecto de Revolución Ciudadana?
Hoy la Revolución Ciudadana para la Izquierda Ciudadana de Chile es la luz en la larga y triste noche neoliberal y como jóvenes debemos continuar en este camino, demostrándoles que hay un proyecto ciudadano radicalmente democrático y que busca profundos cambios para Chile, pero sobre todo –como lo mencioné anteriormente- para acercar a los jóvenes tenemos que ser ejemplo de lucha y de amor por lo que hacemos, y debemos estar en buen chileno “donde las papas queman” siempre persiguiendo un proyecto colectivo y quiero enfatizar que bajo ninguna circunstancia podemos anteponer un proyecto personal por sobre el proyecto colectivo, sobre todo pensando en las actuales «costumbres políticas» que hay en nuestro país. Como izquierda ciudadana estamos completamente comprometidos en decir NO a quienes se apropian de la política, porque precisamente lo que necesitamos hoy para acercar a niños, jóvenes y adultos es devolverle la política a la Ciudadanía, a todos ellos.
En Ecuador tuviste la oportunidad de compartir con otros compañeros de Latinoamérica que también están interesados en la Revolución Ciudadana: ¿Qué escenario o cómo se proyecta el proceso en los países hermanos?
Antes de referirme a los compañeros de la Escuela de Formación sobre la Revolución Ciudadana y el Buen Vivir quisiera mandarle un fraterno abrazo a cada uno(a) de ellos(as) y también enviar todas las energías al pueblo venezolano que aún sufre los embates de la Derecha que quiere derrocar el gobierno democrático de Maduro, a los campesinos de Colombia y su Paro Agrario demandando apoyo del gobierno y condiciones dignas de trabajo, al pueblo Mexicano en su constante luchacontra al actuar de un gobierno corrupto que día a día trae más desgracias a su país, a la lucha contra la catástrofe que ha provocado la Transnacional CHEVRON-TEXACO en Ecuador y otros país de Latinoamérica, Europa y el Mundo, y en general enviar todas las energías a quienes temblamos de indignación-como decía el gran comandante Che Guevara- ante cada injusticia que se comete en el mundo y que luchamos por generar pequeños grandes cambios que apunten en la dirección opuesta.
Dicho esto, todos quienes participamos en la Escuela de Formación sabíamos algo de lo que había provocado la Revolución Ciudadana, sin embargo allá tuvimos la oportunidad de ser testigos de ese proceso y todo lo que ha significado para el pueblo Ecuatoriano en su totalidad, por lo que la proyección en cuanto a “cuánto” de la Revolución Ciudadana, o “cuándo” la revolución ciudadana es muy distinta en cada caso pensando en los distintos gobiernos y contextos en cada país, pero lo que une todas las proyecciones es que desde el día que dejamos la hermosa patria del libertador Eloy Alfaro, de Manuela Espejo, Nela Martínez y Rafael Correa -tal como lo dice el preámbulo de la constitución Ecuatoriana-.
Decidimos construir una nueva forma de convivencia ciudadana, en diversidad y armonía con la naturaleza para alcanzar el buen vivir, el sumakkawsay.
Por C. Herrera
CNJ IC